En alguna ocasión habrás oído que cualquier demanda que se acepte a trámite deberá aguantar unas costas judiciales, sin que quede nos quede clarísimo qué estamos pagando. En Cosas Legales intentaremos aclarar a qué se refieren con “costas judiciales“.
Las costas judiciales son:
Los gastos que se llevan los abogados o bien técnicos requeridos y sus honorarios.
Los anuncios que deben hacerse públicos a lo largo del proceso.
Los depósitos que hay que hacer para presentar un recurso.
Gastos de peritajes.
Certificaciones y demás documentos que sean requeridos a lo largo del proceso.
Gastos notariales.
En general, la ley establece que cada parte pague sus costas judiciales a medida que se vayan generando, excluyendo los casos que se acojan a la asistencia jurídica gratis. En algunos casos, la sentencia condena a una de las partes a que asuma todas las costas judiciales, de forma que el condenado tendría que pagar también el letrado y el procurador de la otra parte.