La denominada Declaración Amistosa de Accidente es un documento único para ambas partes, de uso y aplicación en toda la Unión Europea, cuya finalidad es servir de instrumento para declarar el siniestro a las respectivas Compañías y para evitar situaciones conflictivas entre los implicados. Es decir, en un único impreso, que cuenta con dos ejemplares, las partes indican su versión del accidente, pueden efectuar un croquis explicativo de la forma de ocurrencia, y finalmente firman.
El parte amistoso no hace prueba plena de las afirmaciones que contiene el documento, ya que pueden quedar desvirtuadas por otra prueba en contrario válidamente admitidas en Derecho.
Pese a lo anterior, siempre es recomendable la formalización del parte amistoso, cuidando no contenga manifestaciones erróneas que conlleven asumir una responsabilidad improcedente.
Hay que tener la prevención de conservar una fotocopia del impreso del parte amistoso, tras sus formalización y antes de entregarlo en la Compañía, ya que tiene sólo dos copias.
Deberá ser facilitado a la Aseguradora en el plazo máximo de siete días, conforme establece el artículo 16, párrafo primero, de la Ley de Contrato de Seguro.
Referencia legal