Las compras realizadas a través de Internet se consideran celebradas en el lugar donde usted como consumidor tiene su domicilio, no en el lugar donde está ubicada la empresa. Sin embargo, esto quiebra en el caso de empresas con domicilio en el extranjero que no tengan en España establecimiento, pues en tales casos la reclamación se hace muy difícil o incluso materialmente imposible.
Dicho lo cual, ante cualquier incidencia en su compra que no pueda resolverse amistosamente, conviene lo antes posible dejar constancia escrita de su reclamación que debe dirigir a la empresa que figura en la web, bien mediante correo físico fehaciente dirigido al domicilio social de la empresa o bien a través de la propia web a los puntos de contactos indicados (departamento de atención al cliente u otros mails habilitados de contacto; es posible también que tengan un formulario de reclamaciones).
En aquellos supuestos en que no hubiera respuesta o ésta fuera desfavorable, puede proceder del siguiente modo:
1. Si se trata de una empresa con domicilio o con establecimiento permanente en España, puede dirigir su reclamación:
2. Si se trata de una empresa extranjera ubicada en la Unión Europea — podría cursar su queja a través del CENTRO EUROPEO DE INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR.
3. Por último si se trata de una empresa extranjera de un país no perteneciente a la Unión Europea y que no tenga establecimiento permanente ni en España ni en la Unión Europea — la reclamación se hace materialmente imposible, pues habría que dirigirse a los organismos administrativos o a los tribunales del país donde esté ubicado ese negocio.
Referencia legal