Muchos españoles escogen como escenario para su boda un país extranjero. Y es que quién no ha tenido alguna vez el sueño de casarse en un castillo en la Provenza, una iglesia renacentista italiana o bien meciéndose en un crucero a las riberas del mar Caribe.
El matrimonio es universal y puede efectuarse en cualquier lugar del mundo. Conforme el Instituto Nacional de Estadística (NIE) más de mil españoles decidieron casarse el año pasado fuera de este país, siendo Italia, Francia y E.U. los destinos más solicitados.
Los trámites que hay que seguir para casarse en el extranjero son casi los mismos que acá. Por un lado, se precisa el certificado de nacimiento, el DNI y la presencia de 2 testigos. No obstante, cada país tiene sus reglas particulares.
Por poner un ejemplo, en el caso de Francia, Inglaterra o bien Portugal, se le demanda a los contrayentes un periodo de residencia de treinta a 40 días en territorio nacional ya antes de poder efectuar la ceremonia. Italia, en cambio, no pide ningún género de condición anterior, así como en Las Vegas, donde debido a la laxitud con las leyes referentes al matrimonio tan sólo es necesario el pasaporte en vigor, ser mayor de edad y abonar cincuenta y cinco euros por la licencia de matrimonio y otros 10 por el certificado
Por otro lado, lo más cómodo en el momento de organizar la ceremonia acostumbra a ser contratar los servicios de un organizador. En la Rep. Dominicana, por servirnos de un ejemplo, los hoteles acostumbran a ofrecer este servicio mediante un empleado que se hace cargo de todo, desde el registro del certificado de matrimonio hasta del catering y las convidaciones.
El proceso cuesta más o menos unos cuatrocientos euros y el organizador de bodas cobrará ciento veinticinco euros para registrar el matrimonio frente a la Oficialía del Estado Civil.
Además de esto, son necesarios los pasaportes en vigor, copias originales de los certificados de nacimiento y constancias de soltería compulsadas frente al consulado dominicano del país donde fueron expedidas.