Los traductores jurados son la llave que va a abrir las puertas al Sistema Judicial para desarrollar su trabajo de forma más fluida y sin las dificultades que pueda suponer una declaración o documento escrito en lengua extranjera. Actualmente, el mundo se halla completamente globalizado, estableciendo una total interconexión entre las distintas potencias globales.

Las nuevas tecnologías, unidas al poder y fuerza de Internet han conseguido romper todas las barreras de la información y el conocimiento que existían hace algunos años. La sociedad en conjunto puede con los medios actuales exceder las fronteras e interaccionar con personas de otras etnias, etnias y lenguas diferentes.

 

Ahora más que jamás, como clave para vencer cualquier muro entre las conversaciones establecidas entre los diferentes individuos que pueblan este planeta, sean de la condición que sean, el dominio y conocimiento de otros idiomas constituye la base esencial del progreso a nivel global. Ese dominio dejará superar cualquier obstáculo en las comunicaciones que se desarrollen entre 2 o más personas.

Estos últimos son algunos de los motivos que explican, dado el retraso de determinadas sociedades por su desconocimiento de una lengua diferente de la propia, que la figura de un traductor resulte básica y esencial para entablar, de una forma más reducida y particular, conversaciones con amigos o conocidos de otros países, o bien, a nivel más global, fortalecer relaciones comerciales, políticas o de cualquier otra índole con otros países.

Como muchos otros ámbitos, el campo legislativo ahora más que jamás precisa de la figura de los traductores jurado para vencer esos baches en la comunicación. Una buena opción alternativa para desarrollar de forma conveniente y correcta cualquier proceso administrativo o bien judicial, así sea por la vía de lo civil o de lo penal, es recurrir a este tipo de profesionales, cuyo dominio de otras lenguas resulta fundamental para la rapidez y el éxito en los cometidos que persigan esta clase de procesos.

Si el Sistema Judicial peca de retrasarse sobremanera en el desarrollo de sus muchos casos pendientes, puesto que muchas son las denuncias y quejas de los ciudadanos, tanto públicos como privados, la falta de conocimiento de una lengua extranjera puede suponer un obstáculo de considerables dimensiones que frene todo el proceso y ralentice su desarrollo y resultados finales. El traductor jurado no solamente se encarga documentos escritos y certificar que la traducción en cuestión, ya sea la emprendida por él mismo u otra persona, es correcta y se adecúa al mensaje que se pretende trasmitir, sino asimismo en lo que se refiere a declaraciones orales llevadas a cabo ante la Administración de Justicia o Administración Pública.

 

La conversación frente a un juez, una liturgia de matrimonio civil, acto ante notario o bien cualquier otra situación jurídica en la que participan personas de nacionalidad extranjera son los ambientes donde se mueve este profesional. Sin embargo, en los últimos años, este traductor jurado en España también es el responsable de traducir del castellano a otra lenguas cooficiales de la Península como pueden ser el catalán, gallego, valenciano o bien euskera.

 

Hasta el momento solamente existían traductores de la lengua oficial del país a otras lenguas extranjeras y a la inversa. Sin embargo, el departamento de Cultura del equipo socialista en el País Vasco ha informado que pondrá en marcha la creación de un traductor del euskera, que no del castellano, a otras lenguas extranjeras y crear un registro que incorpore a las personas más habilitadas y capacitadas para ejercer esta profesión. Hoy en día, la Justicia, como muchos otros campos, se sirven de los beneficios que les aporta este profesional, sin el que la labor que tuvieran necesariamente que emprender en sus procesos civiles o penales sería especialmente ardua.

En un futuro no muy distante cabe la posibilidad de que todos y cada uno de los individuos que componen esta sociedad global sepan dominar otras lenguas, rompiendo así cualquier barrera comunicativa e informativa. No obstante, de momento, figuras como el traductor jurado se presentan en especial precisas y esenciales para que una conversación, así sea oral o bien escrita, pueda desarrollarse con total fluidez y claridad.

Nuestro despacho de abogados suele responder habitualmente a cuestiones de este tipo, planteadas por nuestros clientes. Si es su caso, no dude en solicitar una cita.