Todos estamos acostumbrados a abonar impuestos, conocemos de su existencia y les aceptamos. Pero, ¿verdaderamente sabemos lo que grava cada uno de ellos? Con este artículo queremos explicaros de una manera directa y sencilla los tipos de impuestos y qué gravan exactamente. La primera gran división entre impuestos es la que diferencia los directos de los indirectos: Impuestos directos (Patrimonio, IRPF…) son aquellos que gravan el origen de la renta o su posesión. Se paga más cuanto más se tiene. La tendencia que han seguido en los últimos tiempos es a la baja. Impuestos indirectos (IVA, singulares sobre carburantes o tabaco…) son aquellos que gravan de forma directa el consumo. Todo el mundo paga por igual. La tendencia actual es al alza. Impuesto sobre el patrimonio: fuerza a las personas físicas (los ciudadanos) a pagar cierta cantidad de dinero en función de los bienes y capital que posean a partir de ciertas cantidades. Es el impuesto que grava a los que más tienen, no obstante, tanto Comunidades Autónomas como Gobierno lo han suprimido. Impuesto sobre sucesiones: de ámbito autonómico es el encargado de gravar las herencias. Su tendencia es a la baja en distintas comunidades autónomas gracias a las exenciones. Cuando se produce entre familiares de primer grado, deja exentos de pagarlo a prácticamente todos los implicados, sea la herencia grande o pequeña. Impuesto sobre donaciones: complementario del de sucesiones, obliga a abonar cierta cantidad de dinero cuando se cede un capital o bien un bien de manera gratuita (una madre reparte en vida su patrimonio entre sus hijos). De carácter autonómico, su tendencia es también a la baja. Impuesto de sociedades: es el encargado de gravar las ventajas de las personas jurídicas (empresas, sociedades, fondos de inversiones, asociaciones, etcétera) residentes en España que han obtenido en el ejercicio social. Si éste acaba el 31 de diciembre, el impuesto debe ser ingresado en las arcas del Estado como máximo el veinticinco de julio. Para las Microempresas con una facturación de hasta 5 millones de euros y plantilla media inferior a 25 personas: si obtienen beneficios por debajo de los trescientos euros y pagan un 20 por ciento . Si los superan, pagan un veinticinco por ciento . Para empresas con una facturación inferior a los 10 millones de euros y beneficios por debajo de los trescientos euros pagan un 25 por ciento . Si los superan, pagan un treinta por ciento . Para el resto siempre es del 30 por ciento .