Cuando hacemos negocios o montamos una empresa, es posible que nos encontremos en alguna situación en la que nos den un pagaré. Los pagarés son fórmulas de pago futuro que nos garantizan el cobro.
Lo que debemos saber a la hora de usar o firmar un pagaré es que hay cierta serie de datos que deben quedar perfectamente especificados.
En todos los pagarés debe constar de una manera clara la fecha de pago o fecha de vencimiento. Este dato es imprescindible, ya que al hablar de una promesa de pago tenemos que fijar claramente la fecha en que se puede hacer efectivo ese cobro.
En el documento deberá constar también la cantidad o importe que vamos a abonar, así como el lugar en que se pagará el importe. Estos datos deben quedar muy claros en todos los casos.
Los pagarés se pueden endosar a terceras personas. Este tipo de operaciones están autorizadas y en ese caso será la otra persona la que tendrá el derecho al cobro del importe prometido.
Como en el caso de los cheques, hemos de tener cuidado de no dejar ningún dato importante en blanco, ya que en ese caso se podría rellenar por otra persona o con algún detalle que no hayamos aprobado y sería siempre vinculante si consta la firma y no se puede demostrar que se ha manipulado.
Si firmamos un pagaré nos compremetemos a pagar en todos los casos, aunque el bien o servicio no se entregue o este defectuoso o incompleto. Sin que ello implique que tengamos derecho a hacer las reclamaciones posteriores necesarias.
Si en algún caso no cumplimos lo convenido podemos tener verdaderos problemas, ya que el documento del pagaré nos obliga y es un título válido para presentar en un juicio. Si se diera ese caso podrían condenarnos no solo al pago de la cantidad a la que nos hemos comprometido, también al pago de las costas del juicio y otra serie de daños y perjuicios.