Proseguimos repasando los problemas más frecuentes que nos hallamos al irnos de vacaciones y os damos algún consejo para afrontarlos. No dejes que estropeen tus justos días de descanso. Hoy os hablamos de los inconvenientes más habituales que se nos presentan a la hora de alojarnos en un hotel. El hotel contratado presenta deficiencias. Puedes pedir que las resuelvan o que te cambien de habitación a una de igual o mayor categoría. Si esto no fuese posible, tienes derecho a una disminución proporcional del coste en función del perjuicio que te ocasionen dichas deficiencias, pudiendo llegar a alcanzar la totalidad del costo de la habitación si esta carece de los elementos esenciales que refleja el contrato (aire acondicionado,….). Te cambian de hotel cuando llegas a tú destino. Dicho cambio solo va a poder efectuarse en casos justificados, y el nuevo hotel deberá ser de igual o bien superior categoría al contratado. Si la solución que te propone el touroperador no te semeja bien o bien resulta inviable por cualquier motivo, puedes pedir la resolución del contrato con el consiguiente reembolso del importe abonado. El hotel está completo a pesar de tener reserva. Tienes derecho a que te alojen en otro establecimiento de igual o superior categoría y en exactamente las mismas condiciones de reserva. Si se niegan a darte esta solución y decides por tu cuenta buscar otro hotel más costoso, más tarde vas a poder demandar la diferencia. Lo mejor en estos casos es demandar la reserva por escrito y hacer un pago a cuenta correctamente acreditado. Te hurtan en la habitación del hotel. Si esto sucede pese a que has cumplido con todas y cada una la instrucciones de seguridad dadas por el establecimiento, este va a ser quien se haga cargo de las posesiones sustraídas. No se cumplen las condiciones ofertadas por la agencia. Deben darte una solución conveniente y también inmediata: cambio de hotel si la categoría es inferior a la que has contratado, excursiones alternativas si se anulan las previstas. Más tarde, vas a poder reclamar una compensación económica si las soluciones ofrecidas no son de tu agrado o bien si la calidad de los servicios es inferior a la contratada originalmente.